A veces no comemos alcachofas por no saber cómo limpiarlas correctamente. En este post os enseño cómo hacerlo para aprovecharla al máximo. Además, abajo encontrarás unos cuantos tips de uso y para mantenerlas perfectas
ELABORACIÓN
- Corta el tallo, quita los pétalos exteriores hasta llegar al corazón, donde se encuentras los más tiernos.
- Corta la punta y limpia bien el tallo, dándole forma.
- Si en el interior tiene pelusa o muchos “pelitos” puedes quitarlos con una puntilla o con la ayuda de una cuchara, pero en mi caso cuando la alcachofa es tierna, apenas lo noto y los dejo.
TIPS
- Si vais a cortar muchas, os recomiendo que vayáis dejándolas cortadas en un bol con agua y zumo de limón exprimido o perejil para evitar que se oxiden.
- También podéis frotarlas con limón o exprimir limón por encima para que no se vayan poniendo oscuras.
- Las manos también puede que se os oscurezcan, lo mejor es usar guantes de látex, o lavarlas bien frotando con jabón una vez termines.
- El tallo que se corta, si lo pelas, lo puedes hornear junto con otras verduras o añadir a salteados.
- Las hojas externas amargan un poco, así que no suelo aprovecharlas para caldos ni sopas.
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