Uno de mis ingredientes favoritos gracias a su versatilidad: se pueden tomar a la plancha, rellenas, gratinadas, al horno, salteadas, en tortilla…. y como en esta receta con un rebozado saludable. Puedes usar otro tipo de harinas, pero la de garbanzo es la que mejor queda.
ELABORACIÓN
- Limpia las alcachofas, quita las hojas externas hasta que llegues a las que están tiernas, corta la parte de bajo, y el tallo, hasta que tengas el corazón de la alcachofa.
- Corta a láminas de medio centímetro más o menos (5-6 láminas de cada alcachofa)
- Añade el zumo de limón en un plato y las alcachofas laminadas, mezcla bien para evitar que se oxiden.
- Mezcla la harina de garbanzo, el agua, las semillas y 1/2 cucharadita de sal hasta obtener una masa.
- Reboza cada lámina de alcachofa en la masa, coloca en una bandeja de horno sobre papel de hornear, y hornea a 180ºC con calor arriba y abajo y ventilador (si tienes) unos 10-12 minutos hasta que estén doradas por ambas partes. Puedes girarlas a mitad de cocción para que se cocinen uniformemente.
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