Ya está a punto de llegar a la semana Santa, así que os dejo esta receta de Torrijas tan típicas para estas fechas.
Las torrijas son un verdadero placer para comer a cualquier hora, pero también sabemos que es un plato del que no tenemos que abusar.
Aun así, os dejo la receta típica de torrijas que siempre he hecho en mi casa junto a mi madre, quedan muy cremosas y suaves, y son un verdadero placer mojarlas con azúcar y canela. Y vosotros os animáis a probar?
Preparación
- En primer lugar pondremos en un cazo a calentar la leche con una corteza de limón y el azúcar. En cuanto al azúcar pondremos un par de cucharadas y removeremos para que se diluya, podemos probar y añadir más si nos gusta, en mi caso prefiero no añadir , porque antes de comerlas las rebozaremos en azúcar y canela y me gusta que no quede demasiado dulzón.
- Cuando la leche ya esté caliente, la cocinaremos unos 5 minutos sin que llegue a hervir y reservamos.
- Mientras cortamos el pan de las torrijas en rebanadas de casi dos dedos de grosor (a nuestro gusto, sin que quede demasiado fina porque podrá romperse), sino encontramos pan especial, os recomiendo que lo hagáis con un pan que esté un poco duro, un par de días desde que lo compramos, para que absorba mejor la leche y no se nos rompa.
- Con la leche caliente y con la ayuda de un tenedor o cuchara, cogeremos cada rebanada de pan y la hundiremos en la leche para que se empape bien, luego las iremos dejando en una bandeja o plato para que reposen.
- Cuando ya hayamos mojado todas las torrijas, si nos ha sobrado leche, podemos verterla por encima de las rebanadas depan que están reposando en la bandeja y terminar de empaparlas.
- El siguiente paso es opcional, pero a mi me gustan más como quedan; Dejar reposar las rebanadas de pan impregnadas en la leche un par de horas mínimo. En mi caso hago todo lo anterior por la mañana y las dejo hasta mediodía reposando.
- Cuando haya pasado el tiempo de reposo pasaremos a freírlas. Para ellos pondremos una sartén grande en el fuego con bastante aceite de girasol, deberán sumergirse casi por completo y la encenderemos a fuego fuerte.
- Mientras cascamos los 6 huevos en un bol y batimos como para hacer tortilla.
- Cuando ya tengamos el aceite caliente, pasaremos cada torrija por el huevo batido por ambos lados con mucho cuidado porque estará muy blanda, quedando bien rebozada y pasaremos a freír. Cuando un lado esté dorado, daremos la vuelta con la ayuda de unas pinzas o un tenedor con cuidado para que no se rompa. Cuando tengamos ambos lados dorados, pasamos a un plato y repetimos hasta acabar con todas, yo voy friendo en grupos de 4 torrijas, que es lo que me cabe bien en la sartén y puedo estar pendiente de que no se me quemen.
- Una vez todas fritas, las reservamos y esperamos a que se templen o enfríen.
- En un plato añadimos 4 cucharadas soperas de azúcar y 1 de canela, está proporción la podemos modificar a nuestro gusto. Removemos bien.
- Antes de comerlas, cogeremos la torrija, la pasaremos por la mezcla de azúcar y canela y nos la comeremos.
Esta receta es para mí mi favorita, la que se ha hecho en mi familia siempre,y además por el resultado que tenemos, porque podemos disfrutar de una torrija muy cremosa que contrasta con el crujiente del azúcar antes de comerla. Espero que os guste y que paséis unos buenos días de vacaciones!
Así las hacia mi madre que recuerdos me a traído tu receta Maria muchísimas gracias
cuanto que me alegro! muchas gracias a ti